Seguro que conoces el punto G en las mujeres, pero son pocos los que conocen el punto G masculino, una zona que cuando se estimula correctamente, puede ser mucho más placentero y aportar un orgasmo más intenso y duradero que por los métodos habituales. Si quieres saber dónde se encuentra el punto g en el hombre, como también las formas que tienes para masajearlo, te aconsejamos que sigas leyendo porque una vez que pruebes este masaje erótico en los chicos, no querrás probar otra cosa.

 

Dónde está el punto g del hombre

Aunque se denomine punto G masculino, hay otras personas y expertos que le han cambiado su denominación citándolo en muchos artículos como punto P o punto K, pero en definitiva todos son exactamente el mismo, y es aquel que se consigue al estimular de manera correcta la próstata.

La próstata es una parte del aparato reproductor masculino, tratándose de un órgano glandular que está íntimamente relacionado con la acción de eyacular. Este órgano se encuentra en el interior, es decir, que no se puede ver como podría ocurrir con el pene, sin embargo, existe la posibilidad de acceder a su estimulación por parte del ano. Al estimular esta zona en particular, se es capaz de vivir unos orgasmos más intensos que si se realizase de la manera clásica.

Aunque son muchos los chicos que piensan que este punto G no va con ellos, puesto que tienen pensados que difiere en su sexualidad, aquellos que lo han disfrutado van visto que no tienen nada en su contra, al contrario, lo buscan incluir en sus relaciones sexuales con sus parejas para que se pueda disfrutar del sexo en todo su esplendor.

Cómo masajear el punto g masculino

Para lograr llegar al punto G del hombre, se debe de realizar una serie de pasos para que la experiencia sea lo más gratificante posible, ya que en ocasiones se debe de hacer en un par de sesiones con el fin de que la persona pueda relajarse mucho más y de esta manera conseguir llegar al orgasmo deseado.

Al tratarse de una estimulación o masaje que se realiza de manera anal, suele ocurrir que el sector masculino no esté muy dado a dejarse tocar por dicha zona, por este motivo hay que ir poco a poco para lograr una estimulación eficaz.

Por este motivo, se debe de concienciar la persona a experimentar con el punto g de los chicos, con el fin de que se deje masajear. La otra persona, es decir la masajista deberá de ir lentamente, habiendo una comunicación fluida con su pareja, con el fin de conocer cuáles son sus sensaciones y poder seguir un poco más o parar en ese momento. Lo ideal es que se pueda ambientar bien la estancia en la que os encontréis, ya bien sea con aceites o quemadores para llegar a ambientar mejor la habitación, encontrarse en una cama cómoda, con luz de baja intensidad e incluso con música de fondo.

De igual modo, se aconseja el uso de lubricantes anales. Existen en el mercado una gran cantidad de lubricantes o geles que ayudan a lubricar en las relaciones sexuales, sin embargo, es recomendable que solo se utilicen aquellos que cuenten con la propiedad de usarse en el ano, ya que conseguirán que sean más efectivos y que su duración se prolongue en el tiempo sin que llegue a resecar y dando más placer.

Para comenzar con el masaje en el punto G masculino, es imprescindible que no se vaya directamente al grano, es decir, que se pueda recrear en la zona perineal, como también en los testículos o el pene. Al igual que ocurre con las mujeres, no se debe de estimular directamente el clítoris, puesto que a pesar de encontrarse en esta zona el mayor placer, se requiere un pequeño calentamiento, un disfrute previo para seguir estimulando y que la excitación genere más nivel de intensidad.

 

 

Un consejo de los expertos en punto G de hombres lo que comentan es que es aconsejable calentar un poco el lubricante en las manos, y pasarlo tanto por la zona del ano, como también por el resto de la zona erógena, de esta manera se buscará la relajación en el chico, algo que se requiere para poder introducir en el ano el dedo.

Es aconsejable que la zona anal sea estimulada primero de manera indirecta es decir, poco a poco acercándote al ano, para que cuando la persona se vaya relajando empezar con el masaje. Este se deberá de realizar con bastante lubricante, evitando de esta manera el posible dolor al contraer el ano, una acción muy habitual en hombres que todavía no han experimentado con el masaje del punto G.

¿Cómo dar un masaje en el punto G en los hombres?

Una vez que la persona se siente relajada, el siguiente paso que se deberá hacer es introducir lentamente el dedo en el ano. El dedo más aconsejado para realizar el masaje en la próstata es el corazón, por su longitud, sin embargo, para ir de menos a más, siempre puedes jugar con el meñique ya que no provocará tanta impresión. Sin embargo, con el paso de las sesiones, se podrá disfrutar de diferentes maneras, ya bien sea con otros dedos como por ejemplo el pulgar, o en algunos casos para personas más avanzadas con diferentes juguetes eróticos, pero esto ya es hablando de hombres que han experimentado con masajeando su punto g y saben controlar la contracción del ano.

Este punto se podrá alcanzar tocando hacia dentro, es decir, hacia la zona más cercana a los testículos, notando un pequeño abultamiento que al tocarlo, dará un máximo placer. Se debe de ir lentamente y no ser muy intenso, puesto que estamos hablando de una zona muy sensible y que al principio puede doler, por lo que se recomienda que se haga un leve masaje, sin presión, para ir paulatinamente a más.

Como hemos mencionado al principio, no solo hay que masajear el punto g masculino, sino que se puede acompañar con otro tipo de masajes para lograr un orgasmo intenso y que gracias a la estimulación de esta zona, más duradero.