Una de las partes que más suelen gustar a los hombres de una mujer son los pechos. A lo largo de la historia se han realizado muchos estudios, pero ninguno de ellos ha demostrado el porqué de esa excitación.

El estudio que más cerca ha estado de dar respuesta ha sido el que demostró que el pecho podría gustar tanto por la teoría de la evolución. Cuando nuestros antepasados caminaban a cuatro patas, el hombre se fijaba en el culo de la hembra. Pero al comenzar a erguirse, esa zona dejó de ser tan visible y en consecuencia el hombre se comenzó a fijar en los senos que simulaban nalgas femeninas. Pero como hemos comentado, no hay nada cierto y todavía se sigue investigando.

Lo que está claro es que los pechos son una zona erógena de la mujer. Por ese motivo, a lo largo de las siguientes líneas te vamos a mostrar cómo estimular los senos paso a paso para que la mujer se pueda excitar o incluso tener un orgasmo. Sí, un orgasmo. Y es que se ha demostrado que la oxitocina tiene un papel muy importante en el proceso y eso podría unir los senos con los genitales femeninos.

Pasos para estimular los senos femeninos

Usando las yemas de los dedos, tienes que comenzar a acariciar con suavidad los bordes de las areolas. El objetivo es hacerlo hasta que el pezón se ponga erecto. En ese momento deberás comenzar a masajear el resto del pecho con suavidad.

Se recomienda recorrer la clavícula con la lengua hasta llegar a la zona de los senos. No entres directamente, solo tienes que bordearlos para crear un estado de excitación superior. Puedes hacerlo mientras sigues acariciando con las yemas de los dedos.

Luego usa una mano para acariciar un seno y luego la boca para otro. No hagas presión, haz ligeros toques para que la estimulación sea superior. Deja que la piel se vuelva sensible y en consecuencia la mujer note cada movimiento.

Coloca los pulgares en el centro de los senos, para dar forma de sujetador. Ahora usa el resto de los dedos y simula que estás tocando un piano. Los pequeños movimientos son muy excitantes y será de gran ayuda para que la mujer amplíe todavía más la excitación del masaje en los senos que está recibiendo.

Presiona el seno de abajo hacia arriba, sin olvidar que todos los movimientos tienen que ser suaves y ligeros. El objetivo es evitar cualquier tipo de dolor que pueda romper la experiencia que está viviendo. Luego haz ese movimiento suave de los laterales hacia adentro. En esos movimientos se recomienda intentar cubrir la mayor parte del seno como si se fuese a realizar un masaje.

Cuando la excitación sea alta y parezca que no se puede aumentar, será el momento de mordisquear los pezones. Haz este movimiento con mucho cuidado. Si aumentas la intensidad, el dolor no tardará en llegar porque es una zona muy sensible.

Si el anterior movimiento no te atreves a hacerlo porque la mujer tiene los pezones muy sensibles, entonces puedes optar por lamerlos como si fuese un caramelo. Ese paso lo puedes a través del método de succión. Absorbe el pezón como si comieras un helado y cuando esté en el interior de la boca acaricia con la lengua. Comienza con movimientos lentos y luego rápidos. La lengua no provocará dolor en ningún momento.

Retírate y seguramente ella esté tan excitada que te pida más. No se lo concedas, haz movimientos radiales con movimientos de adentro hacia afuera. No olvides usar los dedos para que haya más zonas de contacto y así conseguir que el placer vaya a más.

De nuevo vuelve a repetir la técnica de la succión, la cual hará que la mujer vuelva a obtener un grado de placer elevado. Eso sí, usa saliva para evitar que los pezones se puedan resecar y provocar dolor o picor. Haz diferentes sesiones. Mientras haces las sesiones fíjate bien en el movimiento que más la excita. Cuando lo encuentres, apuesta por ese movimiento e intensifícalo. Con un poco de paciencia te puedo asegurar que la mujer llegará al clímax sin penetración ni estimulación vaginal.

Movimientos a evitar

A la hora de realizar la estimulación de los senos no tenemos que dejarnos llevar por el momento. La persona que está realizando el “masaje” de los senos tiene que tener el control. Si se revoluciona, lo más seguro es que comience a ir demasiado rápido antes de tiempo y a presionar con fuerza. Recuerda, la zona es bastante sensible. Si se aprieta sin querer, se provoca dolor y eso se traduce en la pérdida de la excitación que se estaba viviendo. Si no quieres romper la experiencia, contrólate y así todo saldrá perfectamente.

El dolor es el peor enemigo de esta experiencia. Si quieres que todo vaya bien, tienes que evitar por todas las circunstancias morder, arañar o retorcer demasiado. Si lo haces, a la mujer se le quitarán las ganas de seguir. Para evitar problemas, es fundamental que la pareja ponga de su parte y te diga si comienzas a pasarte con el masaje.

Es fundamental realizar la excitación siempre con calma y no pendientes del reloj. Hay que tener en cuenta que no todas las mujeres llegarán al clímax en el mismo periodo de tiempo. Hay mujeres que lo consiguen en pocos minutos y otras que necesitan más tiempo de estimulación para obtener el objetivo.

Si notas que tu pareja tarda mucho tiempo en llegar al clímax, también puede ser una solución ayudarte de succionadores de pezones u otros juguetes sexuales. Son de gran ayuda cuando notas que ya no puedes seguir con la estimulación porque te comienzas a cansar. Eso sí, ambas partes tenéis que estar de acuerdo con el uso de ese tipo de juguetes sexuales especiales. Y si se usan, es importante usarlos adecuadamente porque en ocasiones pueden provocar problemas sanitarios. No suelen ser comunes, pero es importante tener en cuenta ese detalle.